Quiénes somos
FIRST STEP TRANSLATIONS es una compañía dedicada a la prestación de servicios de traducción en todas las áreas. Somos traductores con título profesional universitario en traducción técnica, científica, literaria y médica, pero alternativamente hemos obtenido nuestro correspondiente título oficial universitario como traductores certificados en el área legal. Dicho título se reconoce a nivel internacional de diferentes maneras, a saber,
- traductores jurados
- traductores públicos
- traductores certificados
En todos los casos es necesario realizar una carrera superior a los 4 ó 5 años en cada rama de la especialidad en dependencia de los requisitos de cada país en donde se ejerza la profesión.
En nuestro caso, luego de haber cursado los estudios correspondientes durante 3 años en la especialidad técnica, científica, literaria y médica, emprendimos los estudios como traductores certificados durante 4 años, cursando dicha carrera en conjunto con los abogados para posteriormente especializarnos como traductores legales.
Pero como si todo lo anterior fuese poco, hemos estudiado profundamente las normas, requisitos, vocabulario legal específico de jueces y letrados hasta convertirnos en peritos en el foro penal, criminal, civil, de familia, económico, y minería, entre otros, título que nos ha garantizado el acceso a todos los ámbitos jurídicos existentes como peritos de la suprema corte, de los tribunales de primera instancia y de la corte suprema.
Ser traductor no es simplemente firmar un papel y ponerle a dicho papel el nombre de la compañía para que quede bonito. Va más allá de ello, implica involucrarse semánticamente, morfológicamente y gramaticalmente con el texto original para encontrar los términos adecuados. Implica amar la profesión, investigar, averiguar, indagar, consultar infinitas fuentes hasta encontrar el término adecuado en la traducción. Implica estar dispuesto a ir a universidad día tras día a quemarse las pestañas para aprender. Implica responsabilizarse con el cliente cuando existe un error o una omisión involuntaria, dar la cara.
Elija siempre profesionales.
Llámenos. Damos la cara.
Contrate profesionales con la debida certificación, membrecías y licencias profesionales. No se deje engañar: ser notario no acredita a un individuo a desempeñar una tarea tan difícil como es la de traducir documentos.
- traductores jurados
- traductores públicos
- traductores certificados
En todos los casos es necesario realizar una carrera superior a los 4 ó 5 años en cada rama de la especialidad en dependencia de los requisitos de cada país en donde se ejerza la profesión.
En nuestro caso, luego de haber cursado los estudios correspondientes durante 3 años en la especialidad técnica, científica, literaria y médica, emprendimos los estudios como traductores certificados durante 4 años, cursando dicha carrera en conjunto con los abogados para posteriormente especializarnos como traductores legales.
Pero como si todo lo anterior fuese poco, hemos estudiado profundamente las normas, requisitos, vocabulario legal específico de jueces y letrados hasta convertirnos en peritos en el foro penal, criminal, civil, de familia, económico, y minería, entre otros, título que nos ha garantizado el acceso a todos los ámbitos jurídicos existentes como peritos de la suprema corte, de los tribunales de primera instancia y de la corte suprema.
Ser traductor no es simplemente firmar un papel y ponerle a dicho papel el nombre de la compañía para que quede bonito. Va más allá de ello, implica involucrarse semánticamente, morfológicamente y gramaticalmente con el texto original para encontrar los términos adecuados. Implica amar la profesión, investigar, averiguar, indagar, consultar infinitas fuentes hasta encontrar el término adecuado en la traducción. Implica estar dispuesto a ir a universidad día tras día a quemarse las pestañas para aprender. Implica responsabilizarse con el cliente cuando existe un error o una omisión involuntaria, dar la cara.
Elija siempre profesionales.
Llámenos. Damos la cara.
Contrate profesionales con la debida certificación, membrecías y licencias profesionales. No se deje engañar: ser notario no acredita a un individuo a desempeñar una tarea tan difícil como es la de traducir documentos.